El paisaje amanece cubierto de blanco y sentimos caer la nieve sobre nuestras cabezas. El frío pasa a un segundo plano. Nos emociona verlos tan felices jugando con la nieve.
Calentitos en la escuela, asistimos a nuestras clases diarias y, tras el almuerzo, nos dirigimos a Oxford en guagua. Disfrutamos del trayecto nevado algo más de una hora.
Y aquí estamos, Oxford, el lugar en el que está la universidad más antigua. Toca recorrer su calles, conociendo su historia. Cada paso quedará en nuestro recuerdo. El tiempo no acompaña y no podemos saborear sus rincones como quisiéramos. Terminamos el día tomando algo caliente y buscando el regalo perfecto en un centro comercial, resguardados del frío.
Regresamos a Cirencester pensando ya en Londres, pero eso será mañana.
Un abrazo de nieve de estos diecinueve soñadores y sus dos profes.

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